Las mujeres son víctimas de muchos tipos de violencia en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres asesinadas muere a manos de su pareja, mientras que se producen en torno a 5 mil asesinatos cada año por cuestiones de honor, sobre todo en Oriente Medio y el sur de Asia.
Por ejemplo, rociar con ácido es un tipo de agresión que se cobró las vidas de más de 1000 mujeres en Pakistán en los últimos años.
En India, miles de mujeres mueren cada año por agresiones ligadas al impago de sus dotes, pese a que estas son ilegales, y el matrimonio infantil afecta al 56% de las féminas rurales. Además, la mayoría de las muejres son acosadas a plena luz del día y muchas sufren sistemáticas violaciones, tanto sexuales como a sus derechos fundamentales.
Más de 14 millones de niñas son víctimas de casamientos forzosos antes de los 18 años en el África subsahariana.
Más de 3 millones de niñas sufren cada año el riesgo de mutilación genital en África, según ONU Mujeres.
Otro tipo de violencia es la que se ejerce en los conflictos armados, donde según la OMS la violencia sexual es empleada como un arma de guerra.
La OMS también ha denunciado los asesinatos sistemáticos de mujeres, especialmente en Latinoamérica, y cita los de al menos 400 durante la última década en Ciudad Juárez, México, o de otras 700 en 2008 en Guatemala.
...Al parecer la historia de violencia contra la mujer parece no tener fin.
...Al parecer la historia de violencia contra la mujer parece no tener fin.
VIOLENCIA EN LA PAREJA
Caras angustiadas que reflejan el terror constante que sufren, rostros amoratados, mujeres humilladas, otras desaparecidas, miles que son violadas y mutiladas, así como centenares de cuerpos sin vida, son historias que se repiten, y se repiten....y se repiten en cualquier lugar del mundo, de tal forma que los niveles de violencia contra las mujeres se han naturalizado inexplicablemente.
Sin embargo, la violencia dentro de la pareja es una de las formas de agresión más usuales en el mundo, incluyendo la parte occidental, donde pese a las campañas de concientización, la protección a las víctimas y el endurecimiento de las leyes, el problema parece estar en aumento.
En el Reino Unido hay una media de tres incidentes de violencia doméstica cada minuto, pero las autoridades calculan que sólo se denuncian un 40% de los casos, mientras que en Francia un 2% de las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia machista en los dos últimos años.
En Rusia, el concepto de violencia familiar no figura en el código penal ni en el civil, y en China los datos son muy escasos. Un estudio de la estatal Academia China de Ciencias Sociales asegura que un tercio de las mujeres chinas han sufrido violencia física, psicológica o social.
Caras angustiadas que reflejan el terror constante que sufren, rostros amoratados, mujeres humilladas, otras desaparecidas, miles que son violadas y mutiladas, así como centenares de cuerpos sin vida, son historias que se repiten, y se repiten....y se repiten en cualquier lugar del mundo, de tal forma que los niveles de violencia contra las mujeres se han naturalizado inexplicablemente.
Sin embargo, la violencia dentro de la pareja es una de las formas de agresión más usuales en el mundo, incluyendo la parte occidental, donde pese a las campañas de concientización, la protección a las víctimas y el endurecimiento de las leyes, el problema parece estar en aumento.
En el Reino Unido hay una media de tres incidentes de violencia doméstica cada minuto, pero las autoridades calculan que sólo se denuncian un 40% de los casos, mientras que en Francia un 2% de las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia machista en los dos últimos años.
En Rusia, el concepto de violencia familiar no figura en el código penal ni en el civil, y en China los datos son muy escasos. Un estudio de la estatal Academia China de Ciencias Sociales asegura que un tercio de las mujeres chinas han sufrido violencia física, psicológica o social.
América Latina no es la excepción, donde algunos casos a veces son primera página de los periódicos, como el caso de Silvia una joven a la que su esposo golpeó hasta el cansancio porque le pidió que bajara el volumen del equipo de sonido, o el de Angélica, una estudiante de Derecho a la que su novio le cercenó los dedos, la roció con gasolina y le prendió fuego, o Erika, una de las víctimas más reconocidas por haber sido asesinada y descuartizada, en 2009 por su esposo. O como el caso reciente de Ana Karen, en México, donde el asesino (su novio) la acribilló a balazos en la propia casa de la víctima y, obviamente, hasta ahora no ha sido aprehendido.
Sí, en América Latina, el hogar continúa siendo un lugar peligroso para muchas mujeres...
Ninguna sociedad, hasta ahora, ha sido capaz de erradicar o, al menos, disminuir considerablemente los índices de violencia que se cometen en contra del sexo femenino. La cultura patriarcal, el machismo, la indolencia, la misoginia, la impunidad y un sinfin de factores han fomentado que esta lacra social haya crecido en espeluznantes dimensiones. Nadie hace nada para frenar esta violencia a las mujeres.
Un estudio reciente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señala que entre el 17 por ciento y el 53 por ciento de las mujeres de 12 países de América Latina y El Caribe, han sido víctimas de maltratos físicos y abusos sexuales por parte de sus parejas.
En siete de esos países, más de una de cada cuatro dijo haber sufrido tal violencia.
Los 12 países analizados, según informe de la OPS son:
1. Bolivia
2. Colombia
3. República Dominicana
4. Ecuador
5. El Salvador
6. Guatemala
7. Haití
8. Honduras
9. Jamaica
10. Nicaragua
11. Paraguay
12. Perú
Insultos, golpes, violaciones y feminicidios
Un análisis comparativo de datos poblacionales de esos 12 países, documenta que entre el 41 y 82 por ciento de las mujeres que sufrieron abuso por parte de sus parejas experimentaron heridas físicas, desde cortes y moretones a huesos rotos, abortos involuntarios y quemaduras. A pesar de esto, entre el 28 y 64 por ciento no buscó ayuda o habló con nadie acerca de esta experiencia.
Un análisis comparativo de datos poblacionales de esos 12 países, documenta que entre el 41 y 82 por ciento de las mujeres que sufrieron abuso por parte de sus parejas experimentaron heridas físicas, desde cortes y moretones a huesos rotos, abortos involuntarios y quemaduras. A pesar de esto, entre el 28 y 64 por ciento no buscó ayuda o habló con nadie acerca de esta experiencia.
El análisis comparativo también muestra que entre 10 y 27 por ciento de las mujeres en estos países reportaron haber sufrido violencia sexual en algún momento de sus vidas, cometida por su pareja u otra persona, pero generalmente por un hombre a quien ya conocía.
En los 12 países estudiados, las mujeres que fueron golpeadas durante su niñez reportaron haber sufrido violencia de pareja en la edad adulta en un porcentaje significativamente mayor que las que no padecieron violencia en su infancia.
También hay afectaciones en la salud mental de la población femenina al generar miedo, ansiedad, depresión y pensamientos suicidas.
Entre la mitad y dos tercios del total de mujeres que reportó haber sufrido violencia en los pasados 12 meses dijo también haber experimentado ansiedad o depresión severa. Las que sufrieron violencia sexual habían contemplado, o incluso intentado, suicidarse.
Además de ser una violación de los derechos humanos, la violencia contra las mujeres tiene graves consecuencias para la salud de las mujeres y la de sus hijos, y genera gran impacto en los trabajadores y sistemas de la salud de la Región.
1. BOLIVIA
Bolivia está en el primer lugar de los países de Latinoamérica que formaron parte del estudio en violencia física contra las mujeres, y es segundo en violencia sexual, después de Haití. El programa ONU Mujeres denunció que siete de cada diez mujeres sufren violencia sexual o física.
2. COLOMBIA
Informes recientes revelan que la violencia de género, asociada también al conflicto armado, va en aumento, desde el maltrato físico y el abuso sexual, hasta el asesinato y la desaparición.
Cristina Plazas, alta consejera para la Equidad de la Mujer, ha señalado en diferentes escenarios que "la violencia intrafamiliar es el peor enemigo de Colombia".
3. REPÚBLICA DOMINICANA
Diversas fuentes apuntaron a mediados de noviembre pasado que más de 150 mujeres murieron en 2012 (hasta ese momento) a manos de sus parejas o exparejas. Por lo menos siete mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas en los primeros 12 días de este 2013, lo que mantiene la tendencia de la preocupante violencia de género en la República Dominicana.
4. ECUADOR
Ecuador es uno de los seis países sudamericanos con tasas más altas de femicidios, en los que son asesinadas en promedio unas 14 mujeres por cada 100 varones. Hasta el 2011 –según la Primera Encuesta de Violencia de Género realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos– el 60,6% de mujeres sufrió algún tipo de violencia: psicológica, física, sexual o patrimonial (sustracción, destrucción de documentos, valores).
5. EL SALVADOR
De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Salud Familiar, FESAL (2008), el 44% de las mujeres alguna vez casadas o acompañadas reportó que recibió maltratos verbales o psicológicos en la vida en pareja, el 24% reportó violencia física y el 12% violencia sexual por parte de alguna pareja o ex pareja.
Del total de mujeres de 15 a 49 años de edad, el 13% reportó algún tipo de violencia sexual (incluyendo de parte de la pareja). Alrededor del 85% de los responsables de ambos tipos de violencia sexual corresponde a personas conocidas.
6. GUATEMALA
En 2012 fueron asesinadas en Guatemala alrededor de 560 mujeres; en 2011, 631, y en 2010, 695, según cifras oficiales. Menos del cuatro por ciento de todos los casos de homicidio se resuelven con la condena de los autores. El Congreso de Guatemala aprobó en 2008 una ley que tipificaba varios delitos de violencia contra las mujeres y establecía tribunales especiales y unas directrices para la imposición de condenas, pero esta medida no ha puesto freno a la violencia.
Amnistía Internacional ha pedido en repetidas ocasiones a las autoridades guatemaltecas que adopten medidas para proteger a las mujeres contra la violencia, y que garanticen que tanto las investigaciones como los enjuiciamientos de homicidios de mujeres se llevan a cabo de forma efectiva, oportuna y exhaustiva.
7. HAITÍ
La violación de mujeres en los campamentos creados en Haití después del terremoto del 2010 es tal, que las víctimas no se atreven a denunciar por miedo a las consecuencias las cuales puede ser peores que la misma violación.
8. HONDURAS
El Centro de Derechos de Mujeres (CDM) informó a la prensa que la muerte de féminas se incrementó en Honduras en 35 por ciento entre 2010 y 2012. La entidad no gubernamental precisó que en los últimos tres años fueron asesinadas en Honduras mil 417 mujeres, de ellas 385 en 2010, un total de 512 en 2011 y 520 en 2012.
9. JAMAICA
Miles de casos ilustran una situación generalizada de violencia sexual, discriminación y riesgos graves para la salud a que se enfrentan las mujeres y las niñas en Jamaica. Por medio de testimonios y de un examen de datos empíricos, se muestra que el acoso y la agresión sexual a manos de desconocidos, amigos, familiares, conocidos y amantes son un fenómeno generalizado en la isla. Las mujeres sufren agresión sexual en su comunidad, en el hogar, en los centros educativos, en el trabajo y en la calle.
10. NICARAGUA
Los feminicidios siguen ocurriendo en su mayoría en la casa de las mujeres, y continúan siendo cometidos por su ex pareja o por sujetos conocidos por ellas.
Las organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres denuncian como limitante la negligencia de las autoridades encargadas de prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres.
11. PARAGUAY
En Paraguay, los esfuerzos por erradicar la discriminación y la violencia contra la mujer parecerían haber tropezado con la resistencia de ciertos sectores, tanto del propio Estado como de una parte de la sociedad civil. La discriminación y la violencia por motivos de género siguen arraigadas dentro de la sociedad paraguaya.
12. PERÚ
El feminicidio en el Perú se caracteriza por presentar un antecedente de violencia familiar o violencia entre la pareja. Muchas de ellas acudieron en busca de apoyo a diferentes instituciones del Estado, pero no recibieron respuesta adecuada, rápida y eficaz a pesar de tener las potestades para actuar. Esto confirma que el Estado aún no es capaz de proteger apropiadamente a las mujeres, ya que el sistema judicial no responde con eficacia a sus demandas, exponiéndolas a las represalias de sus agresores quienes luego provocan su muerte. Ello evidencia también que el hogar –identificado por muchas mujeres como seguro– en realidad no lo es, dado que éste es uno de los principales espacios donde las mujeres son victimadas por sus agresores.
LOS DEMÁS PAÍSES NO SE QUEDAN ATRÁS
A pesar de que el estudio realizado por la OPS solo incluye 12 países de Latinoamérica, las demás naciones no se quedan atrás: Argentina, Venezuela, Costa Rica, Uruguay, Chile y México, entre otros, son países que también cuentan con altos (alarmantes) índices de violencia contra las mujeres.
Las mujeres de las naciones incluidas o no en la lista anterior, así como las mujeres de los demás países del planeta como India, Pakistán, China, Afganistán, España y muchos más, sabemos que el acoso, la discriminación, las violaciones sexuales, las agresiones psicológicas, los abusos económicos, los golpes, las humillaciones y los feminicidios son cosas que ocurren todos los días, sin importar que los actos de violencia se contabilicen en cifras oficiales o no. Diariamente, la mayoría de las mujeres a nivel mundial sorteamos infinidad de agresiones que, muchas veces, son naturalizadas y que suceden a plena luz del día, en la intimidad de los hogares o en lugares públicos.
Las mujeres de las naciones incluidas o no en la lista anterior, así como las mujeres de los demás países del planeta como India, Pakistán, China, Afganistán, España y muchos más, sabemos que el acoso, la discriminación, las violaciones sexuales, las agresiones psicológicas, los abusos económicos, los golpes, las humillaciones y los feminicidios son cosas que ocurren todos los días, sin importar que los actos de violencia se contabilicen en cifras oficiales o no. Diariamente, la mayoría de las mujeres a nivel mundial sorteamos infinidad de agresiones que, muchas veces, son naturalizadas y que suceden a plena luz del día, en la intimidad de los hogares o en lugares públicos.
Además, es innegable que cada día los actos violentos contra las mujeres se cometen con mayor saña, odio y descaro, sin contar que, lamentablemente, muchos casos quedan en la impunidad.
Pero hablemos un poco, solo un poco, del caso de México…
MÉXICO:
La violencia contra mujeres y niñas es uno de los grandes pendientes en México, donde siete de cada diez mujeres viven algún tipo de violencia conforme a reportes de lnstituto Nacional de las Mujeres.
En México, el feminicidio continúa incrementándose. Ciudad Juárez fue el símbolo de dicho fenómeno durante varias décadas, pero hoy, la desaparición de mujeres jóvenes y adultas, así como cualquier tipo de crímenes contra mujeres se cometen de forma recurrente en todos los estados de la República Mexicana.
Son muchos los casos donde la mayoría de las víctimas han sido violadas, torturadas y mutiladas. Muchos casos son denunciados a todo nivel, pero los actos violentos y los feminicidios continúan ocurriendo sin que, aparentemente, haya una autoridad capaz de impedirlo.
Son muchos los casos donde la mayoría de las víctimas han sido violadas, torturadas y mutiladas. Muchos casos son denunciados a todo nivel, pero los actos violentos y los feminicidios continúan ocurriendo sin que, aparentemente, haya una autoridad capaz de impedirlo.
Un informe publicado apenas el año pasado con motivo del Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, resalta que en México se han reportado 4 mil 112 asesinatos de mujeres y 3 mil 976 desaparecidas en el último año.
El 45 por ciento de las niñas asesinadas pierden la vida en su propia casa, lo que habla de que violencia contra las mujeres y niñas es parte de la vida cotidiana.
El reporte resalta que, “a diferencia de los hombres, quienes suelen morir por disparo de arma de fuego, en el caso de los feminicidios las técnicas de asesinatos son más brutales: mediante estrangulamiento, ahorcamiento, sofocación en agua, uso de objetos cortantes y envenenamiento”.
Es de destacar que en 15 estados del país “aún es válido argumentar que el homicidio (de una mujer) fue por celos o una emoción violenta, mediante lo cual la pena de cárcel es atenuada”.
Radio Ciudadana –del Instituto Mexicano de la Radio, IMER– y Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia consideraron que las “lamentables e intolerables estadísticas nacionales denotan que los avances legislativos a favor de las mujeres, tanto a nivel federal como en diversas entidades federativas, resulta no sólo insuficiente, sino una paradoja que es necesario resolver con urgencia”.
Consideran que a pesar de que las modificaciones legislativas son en algunas ocasiones “el reflejo de una intención legislativa libertaria y progresista, son letra muerta cuando hay ausencia de voluntad política y exigencia social suficiente para llevarlas a la práctica cotidiana".
A pesar de que la ley existe, 90 por ciento de los casos no es penado, lo que en otras palabras significa que hay una impunidad gravísima, ya sea porque la ley no procede o no se aplica, y todo queda en papeleo o desaparece. Esto fomenta que las mujeres, muchas veces, prefieran quedarse calladas, aunque existen otros factores como el miedo, la incertidumbre, el qué dirán y similares.
A pesar de que la ley existe, 90 por ciento de los casos no es penado, lo que en otras palabras significa que hay una impunidad gravísima, ya sea porque la ley no procede o no se aplica, y todo queda en papeleo o desaparece. Esto fomenta que las mujeres, muchas veces, prefieran quedarse calladas, aunque existen otros factores como el miedo, la incertidumbre, el qué dirán y similares.
Las mujeres, además de no contar con acceso a la justicia, tampoco cuentan con la información suficiente ni con los medios adecuados para consultar o conocer temas acerca de sus derechos y, mucho menos, sobre las acciones que pueden tomar al ser víctimas de violencia, principalmente, cuando la sufren dentro de sus propios hogares.
La violencia contra la mujer es una tragedia desatada por múltiples factores sociales, asociados al conflicto y a la pobreza, que hace imperiosa la formulación de políticas públicas para prevenir todo tipo de prácticas que atenten en contra de la dignidad y de la integridad de las mujeres y que reflejen un real compromiso del Estado para atender a las víctimas y sancionar de manera ejemplar a los agresores.
Por eso, uno de los retos primordiales que las mujeres debemos establecer es informarnos, así como romper el silencio en caso de sufrir cualquier tipo de abuso, agresión o violencia. Es imprescindible romper con el ocultamiento y la negación, ya que solo causan mayor inseguridad y violencia, pero además, porque los hijos también resultan afectados.
Las acciones del Estado deben estar acompañadas por la sociedad civil motivada por campañas en favor de las víctimas y contra cualquier clase de violencia, y sobre la necesidad de denunciar para evitar la impunidad.
MUJERES:
Bolivianas, colombianas, chilenas, panameñas, cubanas, anglosajonas, españolas, argentinas, iraníes, afganas, pakistaníes, chinas, nicaragüenses, mexicanas y de cualquier otra nacionalidad:
¡¡NO PERMITAMOS MÁS VIOLENCIA!!....
Es alarmante que el mayor número de abusos y asesinatos cometidos contra las mujeres sean perpetrados por los familiares, y en particular por la pareja, ya sea por una evidente carencia de valores como el respeto, y motivados por un delirio de poder, dominación, una cultura machista y por la impunidad.
Las mujeres tenemos que recibir la necesaria orientación en torno al ejercicio de nuestos derechos, para avanzar hacia la igualdad de oportunidades y alcanzar, en todos los niveles sociales, una mayor equidad.... y esto debe empezar en el hogar.
Las mujeres tenemos que recibir la necesaria orientación en torno al ejercicio de nuestos derechos, para avanzar hacia la igualdad de oportunidades y alcanzar, en todos los niveles sociales, una mayor equidad.... y esto debe empezar en el hogar.
Fuentes:
http://www.24-horas.mx/contra-la-violencia-de-genero-un-dia-fotos/
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