Desde que creamos los blogs, hemos recibido cientos de correos de mujeres que nos comparten sus dudas, sus historias, sus temores.... pero también hemos recibido comentarios y dudas de hombres jóvenes (y no tan jóvenes) que desean informarse sobre el tema que hemos venido tratando desde el inicio, y que también aspiran a esforzarse por erradicar sus propias creencias y participar en el cambio social, pues están conscientes que la desigualdad y la violencia contra las mujeres solo perjudican la construcción de una sociedad donde el respeto y la equidad deben prevalecer. A ellas y ellos, gracias!!
Y como un preámbulo al post que en esta ocasión trataremos, deseo compartir con ustedes uno de esos mensajes que recibimos y que, particularmente, llamó mi atención. Fue enviado por un joven que vive en un país sudamericano, quien motivado por algunas experiencias familiares, así como por su interés por mejorar como ser humano, nos escribió para manifestar una interesante inquietud. Por cuestiones de confidencialidad, lo llamaremos "Daniel" y, además, omitiremos el nombre de su ciudad.
El correo dice así:
"Hola señorita. Mi nombre es "Daniel", tengo 17 años y vivo en ..... Perdone por atreverme a molestarla, pero quiero decirle que sus blogs me gustan mucho y que cuentan con mucha información que me ha servido para entender cosas que no me había puesto a pensar. He leído casi todo lo que Ud. publica y gracias a sus artículos me dí cuenta de que mi papá es un hombre violento, pues aunque no le pega a mi mamá, siempre la ha tratado mal, con desprecio y con insultos. Desde que tengo memoria, mi papá acostumbra tratarla con gritos, amenazas, es infiel, no le da dinero, rompe cosas y destruye lo poco que tenemos. Hay veces que se va por unos días o meses pero luego regresa, dice que se arrepiente y todo sigue igual porque mi mamá no se atreve a hacer nada. Pero no solo en casa veo eso, también tengo amigos que tratan mal a sus novias. La pregunta es: ¿Por qué las mujeres se dejan tratar así? ¿Por qué permiten que sus esposos o novios las traten mal?¿Por qué a pesar de que las humillan siguen con ellos?, ¿Es que no ven cómo se van desintegrando?, ¿Creen que vale la pena vivir una vida de sufrimiento por miedo a estar solas, o piensan que no van a salir adelante con sus hijos?. ...Mi mamá ha trabajado toda su vida y nunca ha dependido de mi papá, todo lo contrario, ella ha sostenido la casa y a todos nosotros, pero cuando le pregunto por qué aguanta los insultos, las infidelidades de mi papá y la mala vida que él le da, ella me mira y dice: "No entenderías". Tal vez mi mamá dice que no entendería sus razones porque que soy muy joven o porque soy hombre, pero lo que si sé es que no quiero ser como mi papá ni como mis amigos, y me asusta pensar que algún día yo también sea capaz de tratar así, sin respeto, a la mujer que sea mi esposa y a mis hijos. Pensé mucho en escribirle, pero estoy seguro de que su opinión me servirá para aclarar mi mente y poder ayudar de alguna forma a mi mamá. Necesito entender por qué mujeres como ella no entienden que no vale la pena estar con hombres que solamente las destruyen. Muchas gracias por su tiempo y por lo que hace".
Antes que nada, quisiera dirigirme a "Daniel": Gracias por escribir y por la sinceridad que muestras en tu mensaje, pero sobre todo, gracias por tu opinión acerca de estos espacios, creados en un principio con la finalidad de conscientizar a las mujeres, sin embargo, poco a poco han adquirido un lugar importante, también, para muchos hombres que como tú desean informarse, sensibilizarse y prevenir la violencia contra las mujeres. En efecto, eres un hombre joven, pero por lo visto con grandes ansias de madurar y de aportar cosas positivas para realizar el anhelado cambio que este mundo requiere, así como en la reconstrucción de los roles sociales y de una nueva cultura basada en el respeto. Que tu propósito por mejorar, nunca se agote!!
Para responder el correo de "Daniel", y sin pretender herir susceptibilidades de nadie, el post de esta ocasión tratará de hacer una reflexión, según mi personal apreciación, sobre las razones por las que NO vale la pena adentrarse en relaciones dañinas, así como los motivos por los cuales las mujeres debemos evitar involucrarnos con sujetos que no aportan nada positivo a nuestras vidas, o como "Daniel" menciona en su correo, porque "destruyen y desintegran poco a poco a las mujeres"....
Es verdad que todos los seres humanos nacemos con un valor intrínseco e incomparable, pero no podemos negar que, por las causas que sean, hay personas que parecen esforzarse por demostrar lo contrario, y solo se dedican a abusar, lastimar y transgredir los derechos de los demás. También es cierto que la cuestión cultural y los estereotipos sociales influyen, tanto en los hombres como en las mujeres, para construir la forma en que nos relacionamos. Sin embargo, está más que comprobado que al vivir en un sistema patriarcal y machista, las mujeres hemos sido las más perjudicadas, debido a que el comportamiento de un gran número de hombres es irrespetuoso, abusivo, incompasible, grotesco, violento y, muchas veces, con características similares a las de un potencial delincuente....Y lo anterior puede palparse todos los días, en cada rincón del planeta, pues la violencia contra las mujeres se ejerce de forma por demás descarada, abierta, impune y natural.
En nuestros espacios, diariamente podemos comprobar que la violencia en las relaciones de pareja es persistente, creciente y acelerada, pues recibimos cientos de historias de todo tipo (como la de "Daniel") pero, principalmente, casos de mujeres que viven o han vivido múltiples experiencias en sus relaciones de pareja, muchas de las cuales resultan increíblemente espeluznantes.
En sus relatos, retratan situaciones donde el novio, esposo o ex pareja, utiliza varios tipos violencia como una forma "natural" de convivencia, desde la manipulación más sutil hasta las formas más salvajes de sometimiento. Sin embargo, a pesar de padecer los controles, abusos, chantajes y agresiones en forma cotidiana , algunas mujeres argumentan que la actitud agresiva de su pareja se presenta "solo a veces" y que se debe a que el novio o el esposo "Tiene un caracter impulsivo" o "es que es muy celoso", pero que cuando no está molesto, entonces "...es muy lindo". Parece absurdo, pero muchas mujeres que viven constantes abusos, suelen justificar la agresión de la que son víctimas.
Es verdad que todos los seres humanos nacemos con un valor intrínseco e incomparable, pero no podemos negar que, por las causas que sean, hay personas que parecen esforzarse por demostrar lo contrario, y solo se dedican a abusar, lastimar y transgredir los derechos de los demás. También es cierto que la cuestión cultural y los estereotipos sociales influyen, tanto en los hombres como en las mujeres, para construir la forma en que nos relacionamos. Sin embargo, está más que comprobado que al vivir en un sistema patriarcal y machista, las mujeres hemos sido las más perjudicadas, debido a que el comportamiento de un gran número de hombres es irrespetuoso, abusivo, incompasible, grotesco, violento y, muchas veces, con características similares a las de un potencial delincuente....Y lo anterior puede palparse todos los días, en cada rincón del planeta, pues la violencia contra las mujeres se ejerce de forma por demás descarada, abierta, impune y natural.
En nuestros espacios, diariamente podemos comprobar que la violencia en las relaciones de pareja es persistente, creciente y acelerada, pues recibimos cientos de historias de todo tipo (como la de "Daniel") pero, principalmente, casos de mujeres que viven o han vivido múltiples experiencias en sus relaciones de pareja, muchas de las cuales resultan increíblemente espeluznantes.
En sus relatos, retratan situaciones donde el novio, esposo o ex pareja, utiliza varios tipos violencia como una forma "natural" de convivencia, desde la manipulación más sutil hasta las formas más salvajes de sometimiento. Sin embargo, a pesar de padecer los controles, abusos, chantajes y agresiones en forma cotidiana , algunas mujeres argumentan que la actitud agresiva de su pareja se presenta "solo a veces" y que se debe a que el novio o el esposo "Tiene un caracter impulsivo" o "es que es muy celoso", pero que cuando no está molesto, entonces "...es muy lindo". Parece absurdo, pero muchas mujeres que viven constantes abusos, suelen justificar la agresión de la que son víctimas.
Otras veces, se cuestionan si deben dejar de hacer ciertas cosas como estudiar, trabajar, salir con una amiga, ir al gimnasio o, simplemente, visitar a sus familiares, porque sus novios o esposos dicen "preocuparse mucho" cuando ellas salen a realizar ciertas actividades, lo que les ocasiona un gran disgusto que desata cualquier tipo de agresión en contra de ellas, pues esa "preocupación" que ellos dicen sentir (y no es más que una forma de control), se refleja muy frecuentemente a través de advertencias, crueles interrogatorios e insultos, muchas veces acompañados de prohibiciones, aislamientos y hasta golpes, con el fin de controlar y someter a las mujeres, restringiendo así un derecho fundamental: el de la libertad de decisión.
Sin embargo, no son pocos los casos donde las mujeres argumentan que: "Cuando nos reconciliamos, él es maravilloso, y yo sé que tengo la culpa por provocar sus enojos, así que le prometí que cambiaría mi forma de ser", o "Estoy segura de que él va a cambiar, porque dice que me ama y así me lo demuestra"...¡¡¿Cuántas mujeres no hemos hablado así?!!, ¿Cuántas hemos vivido, consciente o inconscientemente, inmersas en un ciclo de manipulación y violencia durante un tiempo indeterminado?, ¿No es aberrante la forma de manipulación que muchos sujetos son capaces de ejercer y, sobre todo, la espeluznante forma en que los abusos se naturalizan debido a una educación machista, donde muchas (muchísimas) mujeres siempre acabamos "complaciendo" y acatando la voluntad de un individuo que se cree superior?..Y peor aún, ¿Por qué nos quedamos con quien nos limita, nos amedrenta, nos aísla y nos causa daño?
Muchas mujeres soportan (o hemos soportado) una vida de maltrato al lado de maridos-verdugos por varias razones, por ejemplo, ¿cuántas veces no hemos escuchado o dicho?: "Estoy con él por amor a mis hijos", "Ellos necesitan un padre", o bien, "Nunca he trabajado" o "Ya es muy tarde para dejarlo", razones que solo reflejan el temor a enfrentarse una vida de "carencias" y de "soledad"....pero no es así.
Quien me conoce o ha leido algunos artículos de mis blogs donde comparto (sin mencionar nombres ni lugares) algunas experiencias personales sabe que, al igual que muchas mujeres que viven relaciones destructivas, pasé una lamentable etapa donde la confusión y la resignación reinaban en mi interior, lo que poco a poco me hundía en una vida sin sentido....hasta que un día me pregunté:
¿Existe peor carencia que la falta de dignidad, de valor y de amor por una misma?, ¿Ese es el ejemplo que debo darle a mi hija?, ¿Vale la pena que una mujer entregue la dignidad y su integridad emocional y física a un sujeto que no la valora y no la respeta?...
¿Vale la pena quedarse, aferrarse y luchar por alguien que diariamente aniquila de formas diversas nuestra autoestima, nuestra integridad, nuestra salud y nuestras vidas?
Hoy, a pesar de todos mis problemas actuales, de mis necesidades, de mis miedos, de la incertidumbre a lo desconocido, puedo decir con toda seguridad que nadie....ningún hombre vale la pena para que una mujer entregue sus sueños, sus ilusiones, sus anhelos a costa de su su dignidad o arriesgue su salud emocional, física, mental o sexual. Ningún hombre merece que una mujer sufra, llore, se amargue la vida o se convierta en un ser temeroso, dependiente...invisible.
....No vale la pena aferrarse o rogarle a ningún hombre, mucho menos a quien solo lastima, maltrata, humilla, denigra o violenta a las mujeres de la forma que sea.
Cabe mencionar, como siempre lo hago, que:
1) NO TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES, por lo tanto no se trata de generalizar, sino de resaltar a aquellos que cumplan con ciertas características para ser considerados como "indeseables".
2) El objetivo de este artículo es la reflexión, con el fin de que algunas (o muchas) mujeres analicen y recapaciten sobre sus relaciones de pareja y, sobre todo, para que piensen de una forma objetiva, valorándose en toda su extensión y sin confundir "amor" con "dependencia", si vale la pena o no aferrarse a ciertos sujetos.
2) El objetivo de este artículo es la reflexión, con el fin de que algunas (o muchas) mujeres analicen y recapaciten sobre sus relaciones de pareja y, sobre todo, para que piensen de una forma objetiva, valorándose en toda su extensión y sin confundir "amor" con "dependencia", si vale la pena o no aferrarse a ciertos sujetos.
2) En ningún caso se dan nombres, solo se describen características, así que cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia, o dicho de otra forma, a quien le quede el saco, que se lo ponga.
La inspiración para escribir este artículo se basó, principalmente, en un par de experiencias personales que, como algunos seguidores saben, fueron desastrosas pero significativas. Sin embargo, gracias a lo que viví en dichas relaciones, aprendí en carne propia sobre los abusos que las parejas suelen ejercer, así como de las estrategias de control que utilizan, desde las manipulaciones más "simples" hasta las agresiones físicas, entre otros tipos de violencia, por lo que ahora me dedico a difundir toda la información relevante para que otras mujeres se prevengan de tipos con perfiles similares. También recurrí a experiencias de otras mujeres cercanas, de algunas amigas o conocidas, así como de lo que nos comparten algunas y algunos seguidores a través de sus correos, de casos que se leen en las noticias de todo el mundo, entre otras fuentes.
3) Para evitar encasillarlos, intenté no etiquetar, clasificar o nombrar de forma específica a los sujetos que se enuncian más adelante, y opté por describir sus comportamientos más característicos, aunque no olvidemos que normalmente los rasgos y actitudes suelen combinarse entre sí. En algunos casos pueden sonar repetitivos, pero no más de lo que se repiten sus conductas en muchos lugares el mundo.
No faltará quien, mientras lea algunas descripciones, reconozca el rostro de algún hombre conocido, familiar o cercano al entorno que le rodea, por lo que está por demás etiquetarlos o ponerlos dentro de una clasificación determinada....el nombre lo pondrá cada una de nosotras, en caso de identificar a alguien conocido...
La inspiración para escribir este artículo se basó, principalmente, en un par de experiencias personales que, como algunos seguidores saben, fueron desastrosas pero significativas. Sin embargo, gracias a lo que viví en dichas relaciones, aprendí en carne propia sobre los abusos que las parejas suelen ejercer, así como de las estrategias de control que utilizan, desde las manipulaciones más "simples" hasta las agresiones físicas, entre otros tipos de violencia, por lo que ahora me dedico a difundir toda la información relevante para que otras mujeres se prevengan de tipos con perfiles similares. También recurrí a experiencias de otras mujeres cercanas, de algunas amigas o conocidas, así como de lo que nos comparten algunas y algunos seguidores a través de sus correos, de casos que se leen en las noticias de todo el mundo, entre otras fuentes.
3) Para evitar encasillarlos, intenté no etiquetar, clasificar o nombrar de forma específica a los sujetos que se enuncian más adelante, y opté por describir sus comportamientos más característicos, aunque no olvidemos que normalmente los rasgos y actitudes suelen combinarse entre sí. En algunos casos pueden sonar repetitivos, pero no más de lo que se repiten sus conductas en muchos lugares el mundo.
No faltará quien, mientras lea algunas descripciones, reconozca el rostro de algún hombre conocido, familiar o cercano al entorno que le rodea, por lo que está por demás etiquetarlos o ponerlos dentro de una clasificación determinada....el nombre lo pondrá cada una de nosotras, en caso de identificar a alguien conocido...
4) Por último, este post se refiere a aquellos hombres (los más representativos) que por sus características y su comportamiento abusivo, deben ser considerados, según mi humilde opinión, como indeseables, tóxicos, dañinos y hasta peligrosos, razones suficientes para alejarlos de nuestras vidas y, sobre todo, para NO aferrarnos a ellos ni engañarnos con aquello de "es que lo amo y sin él prefiero morir", o cualquier otra creencia similar, pues pensar así solo fomenta la permanencia de ideas y actitudes retrógradas, dañinas y destructivas para la sociedad en general.
No está por demás reconocer que, en efecto, hay hombres que pueden ser buenos, comprensivos, solidarios, detallistas, cariñosos....pero ¿no es verdad que un hombre que, además de esos atributos, nos valore, nos respete y nos complemente, es el ideal para cualquier mujer?.
Lamentablemente no siempre es así. Muchas veces, no nos damos cuenta de las señales que nos advierten los peligros de ciertas relaciones, por lo que es preciso mantenernos en alerta. Desde el uso del lenguaje sexista, las naturalizadas ideas machistas, hasta las vejatorias actitudes misóginas son algunas muestras del pésimo comportamiento que reflejan muchos de los hombres al relacionarse con el sexo femenino. Este comportamiento basado en controlar, someter, discriminar y cosificar a las mujeres, y que muchos adoptan como la única forma de relacionarse con nosotras, tiene como finalidad primordial la de reafirmar su "masculinidad", sentirse superiores, dominantes o, como muchos suelen decir abierta o sutilmente: "Yo soy el hombre y soy quien manda".
Reflexiona...
¿Acaso vale la pena aquel sujeto que no valora ni respeta a las mujeres, y lo muestra a través de actitudes, expresiones como el lenguaje o los chistes sexistas, la indiferencia, los gritos y los insultos... o aquellos que ejercen todo tipo de abusos, desde los más sutiles hasta los más crueles y monstruosos...o los que se la viven vulnerando la autoestima y la integridad de la mujer a la que dicen "amar"?...No, de entrada sabemos que NO vale la pena un tipo así y, mucho menos, acercarse a un ejemplar de ese calibre, sin embargo, la realidad es muy diferente y lamentablemente muchas mujeres han vivido (o viven) con sujetos así....
Pregúntate si vale la pena relacionarse con el tipo que tacha a una mujer (la que sea) de zorra, puta, fácil, resbalosa u otras expresiones similares, externadas con todo desenfado, con el fin de juzgar y someter el comportamiento de aquellas que viven con libertad, plenitud y sin estigmas.¿Será beneficioso para nosotras involucrarnos con alguien que se siente con el derecho de imponer parámetros, condiciones y requisitos para calificar el comportamiento de las féminas con estereotipos que marcan y limitan lo que para ellos "debe ser una mujer"?. Y hay de aquella que no cumpla con esos "requisitos" impuestos, porque entonces es considerada como loca o puta.
NO VALE LA PENA aquel sujeto que mientras la mujer cumpla con los roles establecidos por la sociedad en la que vivimos, sea entregada, sumisa, abnegada y sin ilusiones, es considerada como una "verdadera mujer", pero si ella se atreve a despertar un día con la idea de perseguir sus sueños y realizarse de una forma distinta a la que vive al quedarse en casa porque ya no desea ser solo esposa y madre, entonces es cuestionada, su honorabilidad se pone en duda y de inmediato pasa de ser "buena mujer" a "enferma o loca". ¿Vale la pena mantenerse con alguien que lejos de apoyarla, no la estimula, no cree en sus convicciones y, además, le complica la vida en lugar de ser un verdadero compañero que la complemente?.
Definitivamente quien NO VALE LA PENA es el macho que se autodenomina "Soy muy hombre", y que piensa que el sexo femenino, niñas y mujeres por igual, son objetos de su propiedad y, por lo tanto, carentes de derechos y libertades. Ese egoísta y narcisista que, según su reducido criterio, tiene el derecho a usar a las mujeres, humillarlas, ordenarlas, exigirles, prohibirles y hasta explotarlas, sintiéndose dueño no solo de sus pensamientos y de sus sueños, sino hasta de sus cuerpos, de su intimidad y de su sexualidad, sin importar si se trata de su hija, esposa, amante, madre, hermana o una desconocida.
Es similar al que tiene ideas discriminatorias y misóginas, que en cada oportunidad manifiesta que el sexo femenino es inferior al masculino. Ese que no conoce la palabra RESPETO, que no soporta que "su" mujer se arregle, que sea independiente, estudie o que tenga su propio criterio ¿Vale la pena luchar por este patán que suele hablar mal de las mujeres en general, que las considera como esclavas, como seres destinados a las labores domésticas, cuyo único fin en la vida debe ser el de atender y servir a los hombres en todo lo que deseen?
Pero no todos los sujetos indeseables son tan evidentes desde el principio....Un hombre que no vale la pena tiende a aprovecharse, en primera instancia, de los sentimientos y emociones femeninos para manipularla, abierta o discretamente. Los hombres machistas siempre lo harán de manera abierta, pero existen los peores, que son aquellos que controlan y manipulan de manera discreta y sutil.
¿Qué decir de quien es un experto en mentir para conseguir lo que quiere?, ¿Tiene sentido relacionarse con esta clase de tipos que se creen "conquistadores" (muchos hasta ridículos son) y, por lo tanto, piensan que todas las mujeres deben caer rendidas a sus pies a la menor insinuación? , ¿Crees que vale la pena atarse a un sujeto que es capaz de engañar y enamorar a base de falsas promesas, pero una vez que consigue lo que quiere, entonces humilla y culpa a la mujer de lo que él mismo propició, acusándola de provocadora? Sí, ese tipo que además de todo, abandona y elude toda responsabilidad, dejando a la mujer todas las consecuencias que se generen , como si él no hubiera participado en nada.
¿Y qué decir del sujeto que suele ser carismático, gentil y seductor ante las personas que no son cercanas a él, pero en la privacidad resulta ser un verdadero maltratador con la mujer y, en su caso, con sus hijos? Ése que en un principio utiliza frases como: "Eres como el aire que respiro", "Pienso en ti todo el tiempo", "Si me dejas, me muero" o "nadie te puede amar como yo", expresiones usadas con el fin de ejercer el control de la relación, pero que envían un mensaje doble: el de amor y el de agresión, haciendo creer a la mujer que la ama, pero en realidad la lastima, la controla, la aísla, la manipula.
Es muy hábil para detectar las carencias o vacíos internos en personalidades dependientes, brindando así lo que sus víctimas necesitan para engancharlas y así comenzar a ejercer control sobre ellas, pero paulatinamente comienzan a volverse posesivos, controladores, celosos y manipuladores. Pueden identificarse al observar sus relaciones cercanas (con su madre, hermanas o exparejas), donde es común observar su personalidad dominadora y agresiva.
Piénsalo bien, no vale la pena continuar con un individuo que controla, manipula y somete a las mujeres a través del maltrato emocional, psicológico, físico, económico, sexual o de cualquier otro tipo. Debemos evitarlos y ser cautelosas.
El celoso es otro individuo del que es preferible alejarse, pues no es más que un enfermo de inseguridad, lleno de complejos y con una gran inestabilidad emocional. Habitualmente ataca la dignidad y la integridad de su pareja, invadiendo su privacidad, controlando cada movimiento, prohibiendo todo tipo de contacto con su entorno, indicando con quién debe hablar, salir, o cómo vestirse y hasta cómo debe pensar. Y es tan cobarde que siempre culpará a la mujer de su comportamiento. Con sujetos así, no vale la pena ni cruzarse en su camino, pues son expertos en dañar la autoestima de cualquier mujer, pero además, pueden ser sumamente peligrosos.
¿Y no es desgastante y una pérdida de tiempo involucrarse con un sujeto evasivo e irresponsable? Ese que se pasa la mayor parte del tiempo "evapórandose" porque nunca tiene tiempo para su pareja. Frecuentemente usa argumentos como "Tengo trabajo" o "Tengo otros planes"; nunca se preocupa por nadie, más que por él. Ignora tus tristezas y tus problemas, y tampoco se alegra con tus éxitos ni se interesa por tus proyectos. Se justifica con absurdas frases como: "creí que no me necesitabas". Acostumbra condicionar su presencia solo a ciertos momentos y vive evadiéndote a pesar de que puedes llegar a necesitarlo de alguna forma. Algunos llevan un estandarte de: "No me gustan los compromisos", lo que significa que prefieren las cosas fáciles, solo cuando ellos quieran y sin que les implique mayor esfuerzo, responsabilidad u obligación con la que tengan que cumplir en algún momento. Sin embargo, acude a ti solo cuando él necesita algo, cuando él dice extrañarte, cuando él desea algo de ti pero fuera de lo que él sienta, de lo que él quiera o de lo que él necesite, lo demás no le interesa. Estos egoístas buscan ser amados, pero les cuesta, o no saben amar. Tienen necesidad continua de reconocimiento, de halagos, pero ellos no están abiertos a ofrecer nada, les cuesta involucrarse, escuchar, ponerse en el lugar del otro (falta de empatía). La intimidad y el compromiso les asusta, porque en las distancias cortas se aprecian las fracturas y las imperfecciones con más facilidad. Prefieren, por tanto, adoptar actitudes distantes y altaneras.
Entonces, ¿vale la pena alguien así?... No, porque quien se la pasa huyendo por los motivos que sean, simplemente demuestra que no le importa nadie... ni tú ni la relación. Solo se interesa en lo que le suceda a él.
Es similar al tipo frío, descortés e indolente.... ¿vale la pena luchar por quien en ciertos momentos dice que te ama, que eres maravillosa, pero en la realidad no lo demuestra con hechos? Si te ignora, en público o en privado, o no te da tu lugar, mejor piénsalo dos veces antes de continuar con alguien así. La vida está hecha de detalles, de momentos, de esencias, y si solo vivimos esperando que él muestre algún sentimiento o emoción, mientras incansablemente demuestras tu gran amor a él, estás en problemas….El tipo, simplemente, no vale la pena, pues cuando deba demostrar algún rasgo de solidaridad o de lealtad, simplemente no lo hará. La indiferencia y los silencios son violencia.
Algunos, cuando riegan hijos de forma irresponsable fuera de su matrimonio, suelen reaccionar cobardemente y entonces preguntan sorprendidos: “¿Quién me asegura que sea mi hijo?". Aunque todo es posible, casi invariablemente reaccionan como si no supieran que sus desmanes generan consecuencias y, solo entonces recuerdan que: "Pero yo soy casado", y amenazan diciendo que: "No te voy a dar un peso porque tengo obligaciones con mis hijos y mi esposa" Es entonces cuando, convenientemente, olvidan todo lo que prometieron meses atrás: "Yo nunca te prometí nada", "Tú sabías que tenía familia", "¿Para qué te embarazaste?", etc, etc, etc. Hacen de todo, con tal de evadir su responsabilidad y, claro, dejando todo a la mujer que embarazó.
Y aquí deseo hacer un breve paréntesis: Cuando alguien te "advierta" que "No quiere ningún compromiso", piénsalo bien...No aceptemos relaciones con sujetos superficiales solo por no estar solas o porque el sujeto nos gusta. Si no comulgamos con ideas de relaciones frees, ocasionales, compartidas o de cualquier otra índole, entonces no las aceptemos. Por el contrario, si te sientes realmente preparada para vivir encuentros ocasionales con sujetos frívolos, entonces hazlo, pero debes tener claro que todo lo que decidas y todo lo que hagas, deber ser de común acuerdo, no bajo amenazas, coerción o porque tienes baja autoestima.
En lo personal, un tipo que propone este tipo de relaciones, NO VALE LA PENA, y no porque una mujer esté deseosa de comprometerse (créanlo o no, cada vez hay mas mujeres que ya NO queremos atarnos de por vida a nadie), sino porque considero que las relaciones se construyen poco a poco sin determinar un tiempo específico ni tampoco limitando la participación de los involucrados. Y una proposición de esa índole refleja una gran dosis de inseguridad, de inmadurez y de inestabilidad, pero cada quien es libre de decidir.
Retomando, no olvidemos a aquellos sujetos que, con todo descaro, acosan a las mujeres, ya sea en la calle, en un centro de trabajo, en la escuela, en el autobús o donde se les de la gana Los molestos y abusivos acosadores pueden aparecen de la nada o, muchas veces, tenemos que tratarlos frecuentemente por cuestiones de trabajo o por alguna otra actividad que realizamos. En cualquier caso, son tipos indeseables que no paran de decir insulsos y ofensivos "piropos" con alto contenido sexual, argumentando que "...así les gusta a las mujeres que las traten". Si son conocidos, se la pasan todo el día acosando, acercándose con cualquier pretexto, intentando tocar a la víctima y ofendiendo a la mujer en cuestión con sus pesadas actitudes. Pero los peores son aquellos que creen que tienen algún tipo de "poder" sobre la mujer (pudiendo tratarse de la pareja, el jefe, el maestro o alguien similar), convirtiendo la vida de la víctima en un verdadero calvario, ya que la relación (laboral o la que sea) se vuelve insidiosa, alevosa y muy peligrosa, pues esos tipos pretenden dominar a las mujeres, cosificándolas , y en muchos casos lamentables, haciéndolas víctimas de agresiones sexuales. ¿Pensarán que actuando así, cobardemente, logran mostrarse como "muy hombres"?...en realidad, es todo lo contrario
Ninguno de esos pusilánimes que creen que el sexo es la única forma de tratar con las mujeres, vale la pena.
Como tampoco vale la pena aquel sujeto infiel, el que traiciona, el que promete y no cumple, el que dice amar a su pareja y a la primera oportunidad abandona a su familia por otra mujer y, cínicamente, regresa cada vez que se le da la gana como si nada hubiera pasado. Dicen que quien engaña una vez, engaña siempre, y aunque no es una regla, suele ser lo más seguro. También dicen que quien de verdad ama, regresa, pero la realidad es que un hombre que en verdad ama a una mujer, nunca se irá, ni le mentirá ni la traicionará, mucho menos, le causará un gran sufrimiento.
Quien es capaz de engañar y traicionar la confianza de su pareja, se traiciona a sí mismo y eso es un claro indicio de que no vale la pena.
Muchos infieles tienen algo de machista (o mucho), e intentan justificar absurdamente su traición al decir: "Soy hombre", o "Ella me provocó", con lo cual pretenden explicar un pésimo comportamiento que, por cierto, no soportarían de una mujer. Al creer que “como es hombre” tiene derecho a fallar las veces que sean necesarias, piensa que no debe ser juzgado por su comportamiento "natural" y, por el contrario, debe ser adulado entre sus congéneres, comprendido por su entorno social y, en dado caso, perdonado por su mujer, para luego volver a traicionar con la misma excusa y, tal vez, con mayor cautela.
Para conquistar a su víctima, el infiel miente diciendo "Ya no amo a mi mujer", "Mi matrimonio es una farsa, solo estamos juntos por los hijos", "He sufrido mucho y necesito una mujer como tú", o "Solo tú me haces feliz y por eso te prometo que voy a divorciarme"...y bla, bla, bla...¿vale la pena permanecer al lado de un sujeto que ni siquiera es capaz de valorarse a sí mismo?
Otro que, a mi parecer, NO VALE LA PENA, es aquel tipo irresponsable y desobligado que con toda calma se desentiende de sus responsabilidades conyugales y paternas. Esos que ignoran de forma por demás vergonzosa y ruin las necesidades más básicas de su familia y, sobre todo, las de sus hijos. Esos a los que hay que perseguir, rogar y, en casos más serios, obligarlos de forma legal y judicial para que cumplan con dichas obligaciones. No importa si son casados o divorciados, pues demuestran su falta de responsabilidad en cualquier circunstancia, aunque en un divorcio suelen estar resentidos y, por tanto, se comportan de forma "vengativa" por lo que acuden a las acciones más ruines. Muchas veces, despojan a sus ex parejas de los bienes que entre ambos construyeron y evaden la obligación alimentaria que a sus hijos les corresponde.
Pero si de tracaleros se trata a la hora de pagar una pensión alimenticia, hay algunos que prefieren renunciar a su empleo, cambiar su lugar de residencia, poner sus bienes a nombre de otra persona (cometen fraude) o, simplemente, gastan todo lo que tienen en abogados que alarguen y obstaculicen el proceso y todo solo para demostrar el tamaño de su irresponsabilidad.
Son esos sujetos que, cientos de veces, utilizan a los hijos como rehenes, los manipulan de forma emocional y hasta legalmente, pues existen casos documentados donde la maldad de estos sujetos llega al extremo de arrebatárselos a su madre, todo con tal de herirla en lo más profundo de su corazón.
TAMPOCO VALE LA PENA aquel tipo, muy común, que no sabe aceptar un NO como respuesta. Ese necio que no sabe asumir el rechazo o el abandono de una mujer, ni admite una negación hacia lo que él desea. Cree que iniciar una relación, la forma de llevarla y cuándo terminarla, depende solo de él, no de la mujer, seguramente porque debe pensar que a él "nadie lo deja” o que "ninguna vieja le dice lo que debe hacer" ....Y pobre de aquella que tenga la osadía de contradecir la voluntad de este tipejo, pues puede encontrar un verdadero enemigo, muchas veces peligroso, al sentirse despreciado…..pueden convertirse en un verdadero martirio, una pesadilla, pues son acosadores, rogones, pedirán perdón, prometerán cambiar, pero todo será parte de una estrategia para cobrarse la osadía de haberlo rechazado o, peor aún, por haberlo abandonado.
Y, para esta servidora, tampoco valen la pena aquellos tipos caracterizados por la impasividad, la indolencia y el silencio..Son aquellos que, aunque aparentemente distan de ser machos, infieles o violentos, son testigos de aquellos que sí lo son y no hacen nada. Su silencio es cómplice de lo que hacen los otros. La indiferencia y la falta de empatía significan un acuerdo silencioso, una falta de valor y la tolerancia a hechos aberrantes.
Sin excusas, NO VALE LA PENA el cobarde que viola, que golpea, que mutila, que mata emocional o físicamente a las mujeres....NO VALE LA PENA este tipo de delincuentes, ni los que no hacen nada para castigarlos ni para evitar que ese tipo de sucesos continúen. NO VALEN LA PENA, pues mientras violentan y transgreden los derechos y la integridad de las mujeres y de sus familias, culpan a los demás de su comportamiento: "Mi infancia fue muy difícil", "Mi padre siempre me rechazó", "Así me educaron", suelen ser alguna frases que utilizan después de un ataque, pero en realidad no hacen nada por tratarse y, por el contrario, enseñan a sus hijos a manifestar sus traumas y problemas a través de la violencia. Y por violencia no solo me refiero a los golpes, sino a aquel sujeto que aplica la violencia emocional como el chantaje, los celos, los controles y la manipulación, así como las humillaciones y los insultos. Quien golpea a una mujer, así sea un “ligero empujoncito”, un apretón o un jalón, aduciendo que ella tuvo la culpa, que ella lo provocó o que está exagerando….son tipos que valen menos que nada. Y qué decir de aquellos que violan a las mujeres, valiéndose del uso de la fuerza y creyendo que por tener un órganos sexual masculino, tienen el derecho y el poder de someter por la fuerza a las mujeres….no, no valen nada, pues tienen que hacer uso de la fuerza para sentirse superiores, cuando en realidad son menos que cucarachas. Y qué decir de los que secuestran, mutilan y matan a las mujeres...esos no deberían tener cabida en este mundo. Y, para esta servidora, tampoco valen la pena aquellos tipos caracterizados por la impasividad, la indolencia y el silencio..Son aquellos que, aunque aparentemente distan de ser machos, infieles o violentos, son testigos de aquellos que sí lo son y no hacen nada. Su silencio es cómplice de lo que hacen los otros. La indiferencia y la falta de empatía significan un acuerdo silencioso, una falta de valor y la tolerancia a hechos aberrantes.
DEFINITIVAMENTE, jamás, nunca, por ningún motivo, razón o circunstancia, vale la pena que una mujer pierda su dignidad, arriesgue su integridad emocional y física por NADIE...Ningún hombre, aún el más maravilloso, educado y cercano al imaginario "Príncipe Azul", vale la pena....
En cualquier caso, un hombre que no te acepta tal como eres, que constantemente exige y espera cambios en ti, en tu forma de vestir o pensar, significa que no es para tí, que hay algo que está mal en esa relación, porque bajo la manipulación de un mal hombre, una mujer deja de ser ella misma y, sin darse cuenta, también deja de valorarse hasta niveles impensables, además, en muchos casos, también puede exponer su integridad y su propia vida una vez que se traspasan los límites del respeto.
Por eso, es necesario mantenernos siempre en alerta, valorarnos y alejarnos de aquellos que nos causen daño.
RECUERDA:
RECUERDA:
Para saber si un hombre vale la pena sólo necesitas analizar todo el tiempo que has compartido a su lado:
1. Lo primero que debes analizar es si en algún momento te ha pedido, o bien, exigido que cambies algo que es muy propio de tu personalidad, es decir, alguna actitud tuya que tu familia y amigos sepan que es característico de ti y que les extrañe que ya no la tengas o expreses cuando comúnmente lo hacías.
2. Que te empiece a prohibir ver a tu familia o a ciertas amistades por celos o simplemente porque no le agrade cierta persona.
3. Que quiera cambiar parcial o totalmente tu forma de vestir.
4. Hacerte que te sientas mal por tener tu propio espacio y manipularte con ello.
El peor error de una mujer es estar siempre al pendiente de lo que ellos piensan, quieren y desean; el estar al pendiente de sus deseos y necesidades es pasar automáticamente a dejar de ser nosotras mismas. Así se va perdiendo nuestra esencia; y un hombre que en realidad vale la pena no permitirá que eso suceda.
¡PON UN ALTO!
La persona codependiente suele permanecer en este tipo de relaciones por los siguientes motivos presentes en diferentes medidas:
1) Baja autoestima. Existe en ellos una confusión entre lástima y amor. Tienen una necesidad de incorporar elementos valiosos a su mundo interno el cual perciben vacío. Por lo tanto, mantener su relación les brinda la sensación de ser útiles para alguien, intentando continuamente probarle que pueden ser "buenas parejas". Hay una presencia importante de sumisión en su personalidad debida a que no se consideran suficientemente valiosos para ser tratados de manera diferente.
2) Fantasía de hacer cambiar al agresor. Existe una creencia de que ayudarán a su pareja a ser menos agresivos, debido a que inconscientemente buscan reparar relaciones anteriores (con sus padres), donde hizo falta amor, cuidado, protección y contención.
3) Confusión entre amor y agresión. Es común que estas personas desde niños aprendieron esta forma de "querer": "te maltrato porque te quiero". Así, las parejas estables, respetuosas y cariñosas, les parecen aburridas.
4) Miedo al abandono. Un temor continúo a estar solos por sentir que su mundo se derrumbaría de no tener a alguien en quien recargarse por completo. No se sienten suficientemente capaces de avanzar en la vida y en los retos diarios sin alguien que se haga cargo, por lo tanto no existe la posibilidad de tener una vida propia o aparte de la pareja.
Debido a que el encontrarse en una relación de este tipo se debe a una característica de la personalidad, es importante recibir ayuda profesional para poder cambiar los patrones que nos hacen caer una y otra vez en esta situación o no poder salir de ellas. Las características de una relación patológica no se limitan a las relaciones amorosas, pueden estar presentes en cualquier tipo de relación humana, por lo que siempre es importante preguntarnos si nos sentimos realmente valorados y respetados por las personas que nos rodean.
MUJER:
Cuando empiezas a dejar de reaccionar espontáneamente por no saber si tu actitud le agrade o desagrade, es el momento de ponerte alerta y comenzar a valorarte.
Sufrir, llorar o luchar por mantenerse al lado de un sujeto que no vale la pena, es lo peor que una mujer puede hacer!
FUENTES:
http://www.am.com.mx/leon/vidas/descubre-si-estas-en-una-relacion-enfermiza-2336.html
http://noticias.iruya.com/newnex/opinion/contribuciones/6254-las-relaciones-de-pareja.html