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domingo, 23 de octubre de 2011

Infidelidad femenina vs. Infidelidad masculina...¿Hay diferencias?



"La mujer perdona las infidelidades, pero no las olvida.
El hombre olvida las infidelidades, pero no las perdona."
...Severo Catalina.
Periodista y escritor español.

¿Existen diferencias entre una infidelidad masculina y una infidelidad femenina?, ¿Se perciben y se aceptan de la misma forma en la sociedad?, ¿Ambas se juzgan de igual manera?, ¿Se justifican y se perdonan con los mismos argumentos?, ¿Cuando una mujer traiciona la confianza de su pareja siendo infiel se equipara de la misma forma a la infidelidad de un hombre?

La infidelidad, según el diccionario RAE significa falta de fidelidad. Sus sinónimos son: traición, alevosía, deslealtad, falsedad, engaño.

En otras palabras, la infidelidad se reconoce como una falta de lealtad a un compromiso adquirido con anterioridad.

Una infidelidad es una traición a la confianza y al respeto que deben existir en cualquier relación, ya sea el hombre o la mujer quien cometa la falta. Sin embargo, la realidad indica que sí hay diferencias en la percepción que socialmente se maneja, según sea el caso (o mejor dicho, según el género que cometa la traición). No debería ser así, pues si hablamos de derechos y de equidad, deberíamos asumir que tanto hombres como mujeres tendríamos que afrontar de la misma forma cualquier situación. Si algo está mal o bien para un género, lo es también para el otro. A nivel cultural, social, familiar y jurídico deberían aplicarse los mismos conceptos para todos.

Seguramente muchas mujeres (y hombres) piensan que solamente los hombres son infieles, pero se ha demostrado que no es así… las mujeres (humanas e imperfectas como los hombres) también pueden caer en la tentación del engaño! Las estadísticas lo confirman, las mujeres engañan a su pareja. Quizás en menor medida, pero una vez que se deciden a hacerlo... será irremediable.



Las razones por las cuales ellas cometen una infidelidad pueden ser diversas o, incluso, pueden ser las mismas por las cuales el hombre lo hace.

En muchas ocasiones, este tipo de traición es una de las principales causas de divorcio, pero no precisamente el “verdadero” motivo, sino que más bien es la falta de comunicación entre la pareja: se termina el interés sexual, comienza la lejanía física y emocional y surgen diversos problemas.

La infidelidad en una sociedad machista:
Tanto los hombres como las mujeres, siempre debemos recordar que los principios, valores, costumbres, moral y respeto por uno mismo, por la pareja y por el compromiso que adquirimos en una relación son esenciales, sin embargo, siempre existe el riesgo de sufrir una traición.

Así es, la infidelidad conyugal (en una pareja sea cual sea su estado civil) puede darse en cualquiera de los dos integrantes, el hombre o la mujer.

En una sociedad machista la infidelidad es catalogada y justificada según el género. No es lo mismo que un hombre sea infiel (no importa el número de veces que traicione) comparado con el hecho de suponer o comprobar que una mujer realice el mismo acto de deslealtad, aún bajo las mismas circunstancias que el hombre.





La “traición” de ella se ha visto históricamente más reprobable que la de él. La principal razón por la que las sociedades machistas se resistan a reconocer que “también” las mujeres puedan ser infieles con su pareja, se debe principalmente a que el engañado (el “cornudo”) se vuelve objeto de mofa y aparece como un hombre débil. Esa condición masculina es rechazada e inaceptable por sus congéneres.

Analicemos la infidelidad, tanto masculina como femenina, vemos las abismales diferencias entre ambas, en lo referente a las causas, consecuencias, así como al manejo que el entorno social y legal determina, según el género de que se trate.

Para empezar debemos hablar de estereotipos...

Recordemos que uno de los miles de estereotipos que se le atribuyen a una mujer en la mayoría de las sociedades machistas se manifiesta en lo que ella “debe ser”:

Debe ser leal
Debe ser cariñosa
Debe ser comprensiva
Debe apoyar incondicionalmente a cualquier integrante de la familia
Debe estar en las buenas y en las malas
Debe ser trabajadora incansable
Debe ser dulce
Debe ser callada y sumisa
Debe presuponer las necesidades de los demás
Debe proporcionar la tranquilidad, comodidad, seguridad y bienestar de los que le rodean
Debe sacrificar su espacio, su tiempo, sus ideales, sus sueños, su profesión e incluso no debe enfermarse
Debe, debe, debe….

…Y debe ser fiel, con la mente, con el corazón y, sobre todo, con su cuerpo.

¡¡Pobre de aquella que no cumpla con alguno de los roles que la cultura, la familia y la misma sociedad le impone!!


Siempre es duro cuando se enfrenta una infidelidad en la pareja, independientemente del sexo o la condición. Sin embargo, los convencionalismos sociales y los prejuicios pueden alterar la percepción en una situación de por sí dolorosa y complicada.

“Es diferente cuando el hombre es el engañado. La infidelidad masculina es socialmente aceptada, pero la de la mujer siempre es castigada y por lo general termina en el rompimiento de la pareja. Es una cuestión cultural', advierte la Dra. Mirna García, jefa de la carrera de Psicología en la Facultad de estudios Superiores Zaragoza (UNAM)
Si una mujer se atreve a cometer una infidelidad, corre el riesgo de ser estigmatizada de inmediato (tanto por hombres como por mujeres) con actitudes y frases tales como: “Es una cualquiera”, “Siempre se le vio que era una zorra”, “Pobre del marido con esa mujer fácil” o el recurrente insulto: “puta”.

Situación que, injustamente, no sucede con los hombres. Ellos pueden justificarse fácilmente con dos palabras: “Soy hombre

Como si con esa corta y absurda frase todo se explicara y se resolviera (y, lamentablemente, muchas veces así es). ¿Acaso al aducir que “son hombres” significa que hagan lo que hagan está permitido?, ¿Cuando expresan, con el clásico estilo machista, “YO SOY HOMBRE”, debemos entender que solo se dejan llevar por sus instintos y que no tienen cerebro ni capacidad para razonar lo que hacen…y en cambio nosotras sí debemos hacerlo?



Cuando un hombre es infiel, comúnmente refieren: “Ella me provocó, yo soy hombre y ¿qué podía hacer?”. Del mismo modo,  por comodidad y cobardía,  muchos evaden su responsabilidad y  culpan a “la otra”. Ellos nunca asumen la culpa de lo que hacen y prefieren recurrir a cualquier tipo de “justificaciones”: “Fue solo una vez”, “Me equivoqué”, “No supe lo que hacía”, “Ella no significó nada”, “Tú eres a quien amo, ella fue solo una aventura

¡Qué cinismo!... expresan que “no significó nada” cuando ya desahogaron sus instintos carnales (los mismos que las mujeres tenemos, solo que fuimos enseñadas a retenerlos y a mantenerlos escondidos muy en el fondo de nuestras emociones), pero…¿acaso no pudieron pensar antes de "no sentir nada" en medio  del acto de infidelidad que cometían junto a quien “los provocó”?

Lejos de pretender atacar o criticar las “justificaciones” más absurdas que ellos utilizan, la pregunta es….¿y las mujeres no pueden justificarse con los mismos pretextos cuando caen en la tentación de una infidelidad? ¿Será lo mismo que una mujer diga: “Él me provocó”, “Fue solo una noche”, es más…”Fueron solo 10 minutos los que estuve con él”, “No sabía lo que hacía; te juro que no significó nada, solo fue un acto carnal”, “A ti es a quien quiero, él solo fue una aventura”.

Indudablemente deben existir féminas que hayan recurrido a las mismas frases masculinas para justificarse en algún momento, pero...¿verdad que socialmente no es lo mismo?

La infidelidad NO es una cosa exclusiva del género masculino. Los errores, debilidades y fallas que cometen los hombres, también son susceptibles de suceder en las mujeres. Ambos géneros son vulnerables. No debe ser permisible para ninguno, o bien, debería serlo para ambos sexos. Las justificaciones, absurdas o no, tendrían que ser válidas tanto para uno como para el otro, no solo para el caso de los hombres.


 
 
Sin embargo, la sociedad asigna roles que se asumen convenientemente: para el hombre es permisivo, mientras que para la mujer es frustrante y prohibido.

El porqué y el cómo de las aventuras extramatrimoniales, tanto femeninas como masculinas, han sido objeto de estudio de muchos psicólogos e incluso, investigadores privados, uno de los gremios profesionales que más sabe de infidelidad.

Según datos estadísticos, casi la mitad de las mujeres (una cifra similar a la masculina) engaña a sus parejas. O sea, que casi uno de cada dos maridos o mujeres, engaña a su pareja.


¿Cuál es la diferencia entre la infidelidad masculina y la femenina?
 
Las razones más comunes por las que una persona, hombre o mujer, comete una infidelidad pueden ser sentimentales, sexuales, o incluso motivada por una pasión, así como la ira o la venganza.

Los hombres tienden a involucrarse sexualmente y las mujeres lo hacen emocionalmente. Sin embargo, a medida que los tiempos avanzan, la brecha entre géneros tiende a cerrarse. Actualmente hombres y mujeres parecen involucrarse en conductas de infidelidad en la misma proporción y con la misma frecuencia.

Los estudios sobre este tema han mostrado consistentemente que los hombres se interesan en un acercamiento sexual, mientras que las mujeres regularmente buscan amistad o una relación emocionalmente significativa. Las mujeres tienden a igualar sexo con amor, mientras que los hombres tienden a ver sexo y amor como cosas separadas.

 


Un interesante estudio mostró que cuando hay problemas en el matrimonio, los esposos reportan como causas del problema, una vida sexual pobre. Las mujeres, en cambio, plantean problemas maritales y situaciones relacionadas con el afecto.

Parejas que dicen amarse y llevarse bien en la cama pueden ser infieles por otras carencias: por encontrar emoción en una ocasión de alto peligro, por ceder ante la tentación de un buen momento, o bien, por sentimientos como venganza, resentimiento o simple curiosidad que propicien este tipo de aventuras.

Sean cuales fueran las razones, ninguna llegan a justificar el engaño y el dolor causado a la otra persona (hombre o mujer) que compone la relación.



MUJERES INFIELES:


La infidelidad femenina, como la masculina, se genera en la monotonía, inmadurez, inestabilidad emocional o inseguridad en la relación de forma afectiva o en la falta de comunicación con la pareja.

En la mayoría de los casos, la mujer llega a ser infiel porque su relación de pareja es totalmente insatisfactoria, ésta se ha convertido en una rutina, su pareja ya no la procura, no le demuestra amor y ni siquiera deseo. Es por esto, que la mujer busca fuera de su casa lo que no tiene en ella, busca “ese” hombre que la haga sentir importante de nuevo, asimismo, busca sentirse querida y deseada.

Muchas mujeres son infieles a sus parejas de vez en cuando, aunque, contradictoriamente, digan estar enamoradas. Pero, a diferencia de ellos, cuando tienen aventuras extraconyugales, no suelen buscar sexo sino sentimientos.

Las mujeres, erosionadas por la rutina y el aburrimiento tratan, en la mayoría de los casos, de resucitar, con la infidelidad, la chispa del romance perdido. No se trata aquí de algo carnal, aunque también lo sea, sino más bien de algo puramente sentimental y prohibido, algo que logre ponerla en contacto con la vitalidad de la seducción, algo que consiga hacerla volver a sentir esa droga natural enamoramiento fluyendo a través de su cuerpo. Este tipo de infidelidad, por ser de carácter sentimental, tiene un costado peligroso. A diferencia del sexual que una vez terminado el sexo termina también todo atractivo, en lo sentimental las cosas pueden pasar a otro plano y convertirse en una nueva relación.
 
Muchas mujeres coinciden en que no hay mejor sensación que cuando se sienten queridas, amadas y deseadas, y si eso no lo consiguen con su pareja, entonces...

Causas principales de la infidelidad femenina:
 Para muchas mujeres, el tener una aventura extraconyugal no significa necesariamente mantener relaciones sexuales, sino que puede tratarse de algo puramente emocional e incluso, platónico. Sin embargo, consideran engaño desear o querer a otra persona al margen de su pareja, lo que les hace sentir culpables.

Desgraciadamente, los engaños son algo habitual en las parejas. Sin embargo, las mujeres tienen como argumento en su defensa que sus aventuras pueden, simplemente, ser relaciones afectivas sin contacto sexual. Puede incluso tratarse de algo platónico pero que, de alguna manera, ellas consideran traición hacia su pareja porque lo ocultan. Y aunque haya sexo de por medio, suele mezclarse con los sentimientos.

Son pocas las mujeres que declaran abiertamente estar sólo motivadas por el sexo cuando son infieles, pues se ha comprobado que una mujer también puede separar sentimientos de amor, cariño y afecto por los de la atracción física y/o sexual únicamente.

Estudios importantes sobre la sexualidad e infidelidad, destacan las siguientes causas de infidelidad de la mujer:

1)  Por baja autoestima. Casi todas las mujeres que son infieles se sienten aisladas, solas y con baja autoestima. Muchas creen que el mantener relaciones fuera de la pareja es una forma de disfrutar y de reafirmar la propia identidad, es tener una persona que te aprecia de un modo especial. El cortejo o enamoramiento elevan el nivel de la autoestima femenina. Al enamorarse la mujer idealiza al otro, pero también a si misma.

2)  Por cariño. Muchas veces lo que verdaderamente buscan ellas es afecto, y para ello su puerta de entrada es el sexo.

3)  Por Falta de sexualidad o la escasez de ella en el hogar.

4)  Por curiosidad. Los asuntos amorosos son especialmente atrayentes como experimentación sexual para aquellas mujeres que llegan vírgenes al matrimonio o aquellas que han tenido una sola pareja y han pasado los 35 a 40 años y sienten la curiosidad de experimentar sexualmente con otros hombres.

5)  Por Venganza. Hay mujeres que comienzan una relación fuera del matrimonio porque sus parejas lo han tenido primero, y eso las enfurece. A veces las mujeres recurren al engaño para equilibrar la sensación de haber sido víctimas de la infidelidad o que su compañero no la valora como debe.

6)  Por seguridad. Históricamente la mujer ha sido económicamente dependiente del hombre, y además ha sido ella la que asumía el cuidado más directo de los hijos. En consecuencia necesitaba a un hombre que le diera la máxima seguridad. Si el hombre que tiene no le aporta esa seguridad, busca otro.

7)  Por buscar cualidades masculinas que no encuentra en su pareja. La mujer “liberada” del siglo XXI está independizada económicamente y el número de hijos que tiene es muy reducido. No obstante, los instintos atávicos de la mujer, como decíamos, siguen guardando una gran influencia. Hoy, más que demandar seguridad, la mujer busca poder admirar a su pareja. Que sea competitivo.

El hombre fracasado, mediocre y sin iniciativa no suele responder a sus expectativas, y lo busca fuera, y en muchas ocasiones, lo encuentra en su lugar de trabajo.

8)  Por placer. Lo que la mujer buscará será a un amante que le brinde más posibilidades, que aumente el placer, que vuelva a encender el deseo perdido, es decir, recuperar y aprender todo lo que el tiempo con su actual pareja no le dio.

9)  Por aburrimiento y monotonía. El encontrar un amante le permite a la mujer sentirse más libre y con nuevas emociones, lejos de la pareja monótona y controladora.

10)  Por llamar la atención. A veces el objetivo es que la pareja se entere de la “falta”, por lo que se mandan señales continuas de que se está cometiendo. Es una forma de ser valorada.

11)  Atraviesan por una situación de crisis. Hay momentos en la vida de una mujer que marcan, y a ellos se les puede atribuir la infidelidad como por ejemplo el “síndrome del nido vacío”, la menopausia, el paso de los años, entre otros.

A las mujeres les cuesta mucho más dar el paso de acostarse con alguien, mientras que los hombres funcionan, frecuentemente, a la inversa: sus relaciones extraconyugales suelen ser solo sexuales, sin pensar en las consecuencias que ello pueda tener y sin tener demasiados sentimientos de culpa…

Las mujeres tienen necesidad de sentirse queridas, de que haya sentimientos de por medio. Engañar a sus parejas suele producirles grandes remordimientos e intranquilidad.

El qué dirán...
Una mujer casi siempre tiene en cuenta el daño a su pareja y su medio social, sobre todo “el qué dirán”, frente a la posibilidad de tener una aventura y, antes de tenerla, sopesa fríamente los “pros” y los “contras”.

Puede ser infiel de manera premeditada, organizada e incluso práctica, teniendo en cuenta, por ejemplo, si sus horarios o sus obligaciones se lo permiten.

Otro factor determinante que una mujer suele considerar antes de tener una aventura, es si su relación matrimonial le satisface. Generalmente, una mujer contenta con su pareja no tiene aventuras ni se deja tentar.

Sin embargo no es una regla, pues se ha comprobado que la satisfacción sexual parece no tener demasiada influencia en este hecho, ya que las mujeres suelen buscar aventuras de tipo emocional. Puede que el sexo les funcione de maravilla con su pareja pero necesiten una dosis de pasión, misterio o cariño.


 
¿Cómo detectar una infidelidad femenina?
 Muchos hombres piensan que sólo ellos pueden engañar, mas nunca consideran ser los “engañados”. O son muy ingenuos o muy arrogantes, y tendrían que estar más atentos y aprender a cuidar mejor su relación.

Seré solidaria con las mujeres…no mencionaré en este artículo las señales que alertan sobre una infidelidad femenina.

¿Se perdona una infidelidad femenina?
 Para un hombre es muy difícil perdonar la infidelidad de su pareja, debido a que toca esa fibra inseparable de su personalidad: la masculinidad. El hombre que se ve traicionado de esta manera, es un hombre disminuido, es un hombre hecho pedazos en su ego e imagen de “macho”.


Los varones se sienten muy lastimados cuando son engañados. Suelen pensar que son 'menos hombres', dudar de su inteligencia o de su valor como personas, así como creer que 'todas son iguales', lo que puede llevar a crearse un mal concepto de las mujeres y a guardar resentimientos que impedirán relacionarse sanamente.

Las reacciones de los hombres suelen ser generalmente violentas y tormentosas, inclusive han llegado a matar a la mujer infiel por haber herido su ego (reacciones absolutamente injustificables); en ocasiones se produce una reacción más templada que puede tener su explicación en el alto porcentaje de infidelidad masculina.

Una de las primeras emociones que invaden al hombre que enfrenta una infidelidad es el enojo. Luego viene una depresión y una baja en la autoestima, que si no se resuelven pueden traer consecuencias negativas. El engaño provoca que el hombre se sienta traicionado y burlado, por lo que comúnmente decidirá terminar esa relación.

Otro aspecto que lastima es saber que la pareja ha establecido un vínculo afectivo con alguien más. Esto es devastador para ellos por la cultura patriarcal y machista, lo percibe como una burla, es un golpe a su autoestima y socialmente se cuestiona su hombría, se le compadece o se piensa que es tonto porque lo engañaron.

En los casos extremos, cuando reaccionan con violencia y el enojo se convierte en agresión, deben acudir con un profesional para trabajar a nivel interno, sanar la herida y volver a empezar con apertura y disposición.

En la mayoría de los casos, los hombres prefieren separarse o romper con su pareja porque no pueden soportar reconocer que hirieron su “hombría”.

El gran escritor francés Stendhal decía que “La fidelidad de las mujeres casadas, cuando en su matrimonio no la alienta el amor, probablemente es algo contra natural.”

Cada hombre tiene una personalidad diferente y reaccionará en consecuencia. Pero la variedad de reacciones es infinita. Se reacciona con indiferencia, cinismo, venganza, pero en ocasiones también con mucho amor. Existe la posibilidad del perdón si la pareja es fuerte y se abre a un diálogo franco para sanear los aspectos desgastados de la pareja que causaron la infidelidad.


HOMBRES INFIELES


La razón por la cual el hombre llega a ser infiel, en la mayoría de los casos, es totalmente contraria a las razones de la mujer, en esto se trata más bien de un caso de inmadurez, puesto que el hombre toma a la infidelidad como un complemento para su relación de pareja. El hombre por lo general no se siente infiel, sino más bien, que ha tenido una aventura, un complemento sexual a su relación matrimonial. Además, eleva su autoestima y ego masculino.

En ocasiones lo hacen como una forma de recordarle a la pareja que el compromiso de una relación no es suficiente para ellos, haciendo énfasis a su mujer que no se sienten limitados o comprometidos en su relación. Mantienen una puerta abierta de “escape” para la aventura ante situaciones de su desagrado dentro del hogar.

En general, los hombres no suelen darle demasiada importancia a las aventuras y afirman seguir queriendo igual o sólo a sus parejas, pese a haberlas engañado.

Causas principales de la infidelidad masculina:
Por lo general, el engaño del hombre se resume a sólo una palabra, “sexo”, ya que por la sociedad machista en la que se vive, el hombre lo percibe como: “cuantas más mujeres tengo, más hombre soy”. 

¿Cómo detectar una infidelidad masculina?
 Los síntomas son mucho más claros y más visibles que en la infidelidad femenina. El hombre puede comenzar siendo cuidadoso para proteger sus mentiras, sin embargo, muchas veces se ve enredado en sus propias palabras.

Los síntomas son los siguientes:

-No poder explicar donde estuvo o con quien fue a un lugar.
-Llamadas misteriosas.
-Excesivo trabajo lo que le impide llegar a la hora habitual a la casa.
-Salidas con amigos muy frecuentes.
-Esmero en su forma del vestir.
-Una dosis de ternura mayor a la que la pareja esta acostumbrada.
-Perdida de interés sexual, inventando excusas para no tenerlo.
-Gastos de dinero injustificados.


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* HOMBRES INFIELES: 21 signos que los delatan

¿Se perdona una infidelidad masculina?
 A la mujer le resulta “más fácil" perdonar la infidelidad de su pareja, esto se debe a que cuando un hombre es descubierto, se exhibe realmente arrepentido al punto de llegar a las lágrimas y es en ese momento cuando se suele dar cuenta de lo que cometió y de lo que puede perder. Por eso es que las mujeres “acostumbran” dar segundas oportunidades, porque realmente creen que sólo fue un error y primordialmente, porque no hirieron su femineidad.

La infidelidad del hombre, menos riesgosa para la otra parte de la relación, tiene una mayor aceptación social en el hecho ser perdonada. Sin embargo las probabilidades de que vuelva a cometerlas son altas.

Una investigación revela que la respuesta que predomina cuando la mujer descubre la infidelidad de su pareja, es la evitación. Al parecer las mujeres con menor grado de autoestima recurren más frecuentemente a evitar la confrontación con sus parejas y prefieren ignorar la infidelidad.



LEGALMENTE, tampoco es lo mismo:
 En 14 estados de nuestro país los hombres que asesinen a su pareja pueden librar la cárcel si argumentan que se vio afectado su “honor” o por infidelidad conyugal.  Basta con que el asesino argumente que encontró a su mujer cerca de un hotel y que él sospechó infidelidad para evadir a la justicia.

En Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas los códigos penales contemplan el homicidio por “razón de honor”, y las penas oscilan de tres días a 12 años de prisión.

Para el Instituto Nacional de las Mujeres resulta “aberrante e incomprensible” que los Congresos locales no hayan modificado las leyes para castigar severamente a quien cometa ese delito.

Enlace a la nota:
  

 

MUJER:

Sin duda alguna, una infidelidad siempre va  a herir profundamente.

El tema de la infidelidad suele ser un asunto doloroso y complicado, porque si bien las razones para cometerla, generalmente, son diferentes entre mujeres y hombres, así también lo son los motivos para perdonarla. El diálogo es el arma fundamental para combatir la infidelidad y restaurar la relación.

Pero seamos justos: Una infidelidad no es válida para nadie. Tanto hombres como mujeres podemos cometer errores y podemos ser libres de perdonar o no una traición.  No se debe estigmatizar solo a las mujeres por cosas que también los hombres cometen…eso no es equidad.

Últimos consejos:

1)Si estás pensando en cometer una infidelidad, piensa: Eres libre de hacer lo que quieras con tu vida, según tus creencias y principios, pero analiza si vale la pena asumir las consecuencias.

2) Si vas a ser infiel, lo ideal es que sea con alguien con mayores o mejores cualidades que satisfagan tus expectativas. Busca algo mejor o diferente a lo  que tienes en  casa. Si no, no valdrá la pena.

3) Si ya no estás satisfecha con la relación que tienes, antes de ser infiel, analiza si es más conveniente ser honesta y terminar. A veces es mejor reconocer que una relación se terminó, antes de causar daño…Créeme, ¡¡es mucho mejor y puedes ahorrarte muchos problemas!!!

4) Si por el contrario, has sido víctima de una infidelidad por parte de tu pareja, evalúa bien lo que sientes. No te confundas...¿Vale la pena perdonarlo?. Eso solo tú puedes saberlo. 

¡VALÓRATE!



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